Si bien no todas las cuestiones dependen directamente del gobierno pinamarense, éste tendría que preocuparse y ocuparse de distintos aspectos que atañen a los servicios que comúnmente utiliza el usuario.
En general son las empresas que brindan servicios las infractoras y que no responden a sus estatutos y mucho menos a la ley que debería proteger al usuario.
Comenzamos con la Cooperativa de Luz y Agua (CALP) la cual dejó sin suministro de energía eléctrica a una vasta zona, durante casi siete horas, hecho ocurrido la semana pasada, el fin de semana en Mar de Ostende una media hora de corte y también una zona de Pinamar. No se escuchó ninguna justificación ni porqué sucedió esto, por parte de CALP.
Es moneda corriente los cortes en internet, en Ostende, por momentos titilando, sobre todo los fines de semana largos lo que hace pensar como será en temporada alta.
Hace días se encuentra ubicado en España y Víctor Hugo, un camión del Banco Provincia; para la foto seguramente porque los cajeros no funcionan. Lo mismo sucede con el cajero de Espora, quedando desprotegidos todos los usuarios de la zona sin otra que trasladarse hasta Pinamar.
Algo delicado y que involucra a la salud, es la atención en las farmacias de turno. Un visitante de esta página informaba que el fin de semana pasada de Ostende se fue a Pinamar por una medicina y al llegar allí lo derivaban hacia otra farmacia. Lo lógico es que anuncien con anticipación si hay cambio de turno.
Sería saludable que pusieran en marcha mecanismos de control de todas estas y otras empresas que brindan servicios al público para que más de uno no crea que Pinamar es un campo de libertinaje donde cada uno hace lo que se le da en gana.
Dunas al viento
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