Hace un tiempo, la gente de la dirección de Atención Primaria de la Salud se contactó con el equipo de Prensa y Comunicación para pedirle un favor: Reconocer públicamente una ayuda que habían recibido. Pasaron los días y, debido a su incansable apego por el trabajo, empezó a ser complicado dar con él y realizarle una pequeña entrevista. Un momento para conocer más sobre la vida de Carlos Felice que, con su gesto desinteresado, ayudó a solucionar un problema que se suscitaba con la heladera del Centro Integrador Comunitario de Valeria del Mar.
Finalmente, pudimos encontrarnos y charlar con él: "La verdad es que la mano que di no es mucha pero quise colaborar como sea. Mi historia es simple, hace un tiempo me quedé sin obra social. En ese momento tuve un problema de salud, fui al Hospital y me trataron increíblemente bien... ¿cómo no iba a quedar en deuda con esta gente?", cuenta Felice, y continúa: "Esta es una forma de devolver la ayuda que me dieron. Solamente utilicé mi conocimiento y creo que pude dar una mano".
"Siento que a veces, en esta sociedad, vivimos muy enloquecidos por el dinero y nos olvidamos de la parte humana. Obviamente, yo trabajo y cobro mis trabajos para poder vivir pero no me olvido de lo humano y de que con estas pequeñas cosas uno puede hacer una diferencia", sostiene Carlos, quien ante la pregunta sobre su visión del Pinamar actual no deja de expresar: "No dudo en que hoy tenemos la posibilidad de hacer, decir, ayudar en lo que queremos. Mi mano tuvo que ver con algo social, es para la gente del pueblo, no pasa por lo político, es algo muchísimo más importante y realmente me siento muy bien con eso".
Felice es oriundo de Buenos Aires y hace mucho tiempo, junto a su familia, llegó a Pinamar para realizar sus sueños. "Hace 12 años me dedico a esto. Hace 22 años estoy en Pinamar y sinceramente no podría vivir en otro lado... Y mirá que mis más grandes amigos viven en Mar del Plata donde pasé mi adolescencia. Acá no puedo dejar de maravillarme, entrar a Pinamar es como volver a respirar", concluye Felice feliz de hacer de su trabajo algo positivo para todos los vecinos.
Finalmente, pudimos encontrarnos y charlar con él: "La verdad es que la mano que di no es mucha pero quise colaborar como sea. Mi historia es simple, hace un tiempo me quedé sin obra social. En ese momento tuve un problema de salud, fui al Hospital y me trataron increíblemente bien... ¿cómo no iba a quedar en deuda con esta gente?", cuenta Felice, y continúa: "Esta es una forma de devolver la ayuda que me dieron. Solamente utilicé mi conocimiento y creo que pude dar una mano".
"Siento que a veces, en esta sociedad, vivimos muy enloquecidos por el dinero y nos olvidamos de la parte humana. Obviamente, yo trabajo y cobro mis trabajos para poder vivir pero no me olvido de lo humano y de que con estas pequeñas cosas uno puede hacer una diferencia", sostiene Carlos, quien ante la pregunta sobre su visión del Pinamar actual no deja de expresar: "No dudo en que hoy tenemos la posibilidad de hacer, decir, ayudar en lo que queremos. Mi mano tuvo que ver con algo social, es para la gente del pueblo, no pasa por lo político, es algo muchísimo más importante y realmente me siento muy bien con eso".
Felice es oriundo de Buenos Aires y hace mucho tiempo, junto a su familia, llegó a Pinamar para realizar sus sueños. "Hace 12 años me dedico a esto. Hace 22 años estoy en Pinamar y sinceramente no podría vivir en otro lado... Y mirá que mis más grandes amigos viven en Mar del Plata donde pasé mi adolescencia. Acá no puedo dejar de maravillarme, entrar a Pinamar es como volver a respirar", concluye Felice feliz de hacer de su trabajo algo positivo para todos los vecinos.
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