Gabriel Vidauli y su opinión sobre fiscalización
La fiscalización es un deber ineludible del departamento ejecutivo.
Privatizar esta actividad, implica pagarle a alguien para que haga ese trabajo, con el consecuente gasto que merma los ingresos municipales.
Es una actitud más seria invertir esos dineros en armar la dirección de fiscalización como corresponde dotándola del personal necesario y capacitado.
Ser capaz para gobernar implica resolver problemas pensando en tener una administración cada vez más eficiente y ahorrarle cargas al contribuyente.
Realizar este convenio frente a un inminente cambio de autoridades, implica dejar una pesada herencia de ineficiencia para el próximo gobierno.
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