jueves, 13 de octubre de 2016

Un concesionario que apuesta a la playa

Esta historia comenzó hace 39 años…

  

 …Cuando Marcia Ares y su hijo José María Ludueña instalaron unos de los primeros balnearios en Pinamar, gastronomía y  sombra eran los servicios que  no  debían faltar. Corría   el año 1976, el país estaba convulsionado y hacía falta un buen descanso.
Nada mejor que playa, mar, comidas ricas, tranquilidad. Todo eso y más lo encontraba en Posta Norte, el balneario de la familia
El  murmullo del mar se confundía apenas con el viento y los  pocos gritos de los niños  jugando a orilla del agua o en la arena.

Con el paso del tiempo, todo fue cambiando: más visitantes poblaron el balneario;  su hijo José María se encargó de mantener ese círculo familiar que hasta hoy caracteriza al balneario.
Pero el mar, la naturaleza, reclamó lo suyo, arena, espacio y libertad  de correr, los  balnearios estaban muy cercanos al mar  y este se cobró enviando olas y vaciando  de arena la playa.
Todo esto derivó en un replanteo  y remediación de la costa, situación que llevó seis años en definir, no por culpa de los concesionarios, si tal vez por cuestiones políticas e intereses creados.
Hoy numerosos balnearios  ya están demoliendo retirándose del mar y levantando la  estructura sobre el continente, tal el caso de  Posta Norte.



 Pese al temporal que azotara Pinamar, la estructura quedó intacta y no hubo daños materiales; la base está hecha con columnas de hormigón y  perfiles  Steel Framing,  y luego revestimiento en madera, tablas de super board

José María recalca que es un  balneario familiar y que la premisa es brindar servicio y calidad
Ante la pregunta si estaría terminado para diciembre, no duda en contestar que si, así pues sus habitantes temporarios podrán contar con un servicio de excelencia y el mar podrá rugir arrastrado por el viento.

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