A lo largo de este año tratamos de rescatar historias que sirven de inspiración y nos dimos cuenta que todavía queda mucho por contar, esa es una gran señal para nuestra ciudad.
En esta oportunidad nos toca repetir entrevistada. Allá por abril nos conmovió al hacerse cargo del “taller de lenguaje de señas”. Hoy hablaremos de otra de sus facetas, nos enfocaremos en Micaela Rosales como cantante, esa que ya en el Jardín de Infantes dejaba entrever su pasión por la música. Para quienes no lo saben “Mica” tiene disminución visual, diagnostico que nunca se convirtió en sinónimo de “ imposibilidad” o un “no puedo”, en su vida.
“Mi sueño es poder vivir de esto y viajar por el mundo cantando” nos confesó mientras aún disfruta de su reciente primer puesto. Le duran las sensaciones de un fin de semana que se le volverá inolvidable. Acaba de ganar el Festival de la canción de la Costa Atlántica que se realizó en la Casa de la Cultura de Villa Gesell.
“Me temblaba todo, estaba re nerviosa y cuando escuché mi nombre no pude creerlo, es más todavía no me lo creo” contó con una felicidad que la desborda. No fue fácil el proceso, la cara se le transformó al recordar que para la primera audición sus cuerdas vocales le jugaron una mala pasada, al quedarse difónica. Pero una vez más se sobrepuso a todo y para la tercera gala (la Final) cuando terminó de cantar “I will always love you”, (canción de la película “El guardaespaldas”), el público la ovacionó de pie.
Cuando los conductores pronunciaron su nombre estuvo al borde de las lágrimas, confesó. Los sueños, los desencantos, el arduo trabajo de preparación, todo se le hizo presente en ese momento. Instante mágico en el que el novio, la familia, y sus amigos estuvieron presentes para abrazarla y contenerla.
Emociona pero no asombra el resultado. Nuestra artista vivió otros momentos muy importantes en su carrera. Compartió escenario con Lito Vitale y Juan Carlos Baglieto; Alejandro Lerner, Soledad, entre los grandes. También nos representó en el Festival de la Canción Italiana, colocándose entre los mejores siete, entre más de tres mil personas y fue semifinalista, en 2016, del Concurso Internacional de Ópera.
El éxito puede medirse desde muchos ángulos, “Mica” nos enseñó a observarlo desde la superación, el trabajo y la humildad, camino que no sabe de atajos y está lleno de recompensas.
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