El trabajo y el compromiso con los vecinos a veces tienen ribetes heroicos y aunque a él le cueste aceptar ese mote, los hechos ocurridos durante el grave incendio en la reserva de Valeria del Mar así lo muestran. Es el caso de Germán Brethauer, parte del Corralón Municipal Norte, quien un poco tímido nos cuenta la experiencia vivida: "Llegué con la máquina al lugar en el momento en que el viento empezaba a cambiar de dirección, allí ya estaban los bomberos trabajando duramente. En ese momento vi que el vehículo Unimog de los bomberos se había enganchado entre dos pinos y dos muchachos intentaban sacarlo, el fuego venía y venía. Ahora que lo recuerdo es desesperante pero en ese momento decidí mandarme y ayudar. Los muchachos no quería abandonar su trabajo pero el fuego avanzaba terriblemente así que entré con la máquina y me los llevé, salimos los tres mientras el fuego se comía el Unimog".
"El tema es que el viento se dio vuelta y se nos venía el fuego, solamente quería salir de ahí porque era terrible todo", cuenta Germán con la voz quebrada, "En ese segundo no pensás en nada salvo salir vivo y tuve la suerte de poder encontrar a estos dos chicos y sacarlos conmigo".
Germán nos cuenta que no es la primera vez que se une a los bomberos en un incendio: "Hace 22 años que estoy en el corralón y no es la primera vez que me sumó a un laburo así con los bomberos y es un placer porque ellos hacen un trabajo increíble".
Y cuando se le pregunta por sus pensamientos cuenta que todavía no es conciente de lo que vivió o de lo que pudo haber pasado y concluye: "La verdad es que es parte de mi trabajo, estoy, digamos, acostumbrado y cuando llegué a casa ese día, tarde, lo único que quería era estar con mi gente, bañarme, comer algo y descansar porque al otro día la vida y el laburo siguen... es lo que hacemos todos los días y eso me hace sentir bien".
"El tema es que el viento se dio vuelta y se nos venía el fuego, solamente quería salir de ahí porque era terrible todo", cuenta Germán con la voz quebrada, "En ese segundo no pensás en nada salvo salir vivo y tuve la suerte de poder encontrar a estos dos chicos y sacarlos conmigo".
Germán nos cuenta que no es la primera vez que se une a los bomberos en un incendio: "Hace 22 años que estoy en el corralón y no es la primera vez que me sumó a un laburo así con los bomberos y es un placer porque ellos hacen un trabajo increíble".
Y cuando se le pregunta por sus pensamientos cuenta que todavía no es conciente de lo que vivió o de lo que pudo haber pasado y concluye: "La verdad es que es parte de mi trabajo, estoy, digamos, acostumbrado y cuando llegué a casa ese día, tarde, lo único que quería era estar con mi gente, bañarme, comer algo y descansar porque al otro día la vida y el laburo siguen... es lo que hacemos todos los días y eso me hace sentir bien".
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