Niños, familias y turistas ávidos de disfrutar con nuevas propuestas de entretenimiento se convocaron para despedir al Principito en el último día del FLIP.
Fueron dos días de intensa actividad literaria, artística, lúdica y cultural, en los que Ostende se llenó de magia, abriendo sus espacios a un público que recorrió la ciudad con el programa del Primer Festival de Literatura Infantil y Arte de Pinamar (FLIP) en mano para organizar la jornada de actividades que se reapartieron entre el centro de Pinamar, el Viejo Hotel Ostende, la Casa Robette, La Elenita y la Rambla Sur.
En su primera edición el Flip se dio el lujo de recibir a los autores Leopoldo Brizuela, Ricardo Mariño y Ma. Luján PIcabea, que no escatimaron al momento de compartir sus valiosas experiencias como profesionales de la escritura y en especial como promotores de la lectura. De la mano de Marcela Lescinskas y Muriel Frega, entre otros, los artistas locales también se hicieron presentes para darle al Festival su toque pinamarense.
El arte se hizo visible con una muestra de ilustraciones de Milo Lockett y su particular visión del personaje de la obra más emblemática de Antoine de Saint Exupéry y la de 20 ilustradores internacionales reunidos por el colectivo artístico Invisible a los Ojos.
En la playa, la Rambla se transformó en un escenario histórico en el que docenas de niños rieron, cantaron y bailaron junto al grupo de circo Les Ivans y bandas como Antenitas de Vinil y Anda Calabaza, mientras otros preferían dar vuelo a su imaginación y dedicarse a la construcción de castillos de arena o a la ilustración de personajes imaginarios en la carpa creativa ubicada en La Elenita.
Propuesto como un Festival para el disfrute de toda la familia, también fue posible asistir a funciones de cine bajo las estrellas, saber qué nos depara el 2017 según las cartas de tarot de la mismísima Jimena La Torre, comprar a precios especiales en la Feria del Libro y disfrutar de la mejor gastronomía de las colectividades que integran la diversidad cultural de Pinamar.
Hacia el cierre de la jornada sonaba con gran carga emotiva la Orquesta Infantil Juvenil de Chascomús en el Teatro Municipal de la Torre, mientras que la histórica Casa Robette se iluminaba al ritmo de la música en vivo del grupo Alververás en un espectáculo multisensorial imperdible.
Así el Flip se despidió hasta su próxima edición para volver a ver el mundo con la inocencia de la niñez.
“Todas las personas mayores fueron al principio niños.
(Aunque pocas de ellas lo recuerdan)”.
“Todas las personas mayores fueron al principio niños.
(Aunque pocas de ellas lo recuerdan)”.
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