El ciclo itinerante esta vez mezcló las risotadas de las anécdotas con las lágrimas del adiós. Es que los relatos de “Don Bazo” y “Coco” Rinaldi comienzan en anécdota y- casi siempre - terminan en carcajadas. Pero esta vez, saber que el edificio del café “Status” será demolido, en poco tiempo, significó un golpe a los afectos. A Ignacio Serra, el propietario, ese hombre que siempre iba y venía por las mesas con su don servicial, esta vez le ganó la emoción.
“Status” fue una de las primeras construcciones. El boliche y punto de encuentro de muchos pinamarenses. El espacio que eligió Giordano para realizar su primer desfile en la ciudad. El preferido de Bonavena, el adorado por Juan Alberto Badía.
Las automotrices se disputaban su frente en los veranos, ese deck tan vital a solo pasos de la esquina más convocante de Pinamar. Tantos son los recuerdos, tanto el valor afectivo, que se hace difícil el desapego.
Los ladrillos que alguna vez colocaron personas entrañables como Víctor Manuel Colombo y Benito Echeverría se derribarán. La reflexión se nos vuelve necesaria. La demolición podrá hacer añicos los ladrillos y el concreto, pero las postales quedarán afianzadas en nuestros recuerdos, en la historia, en lo que le contaremos a nuestros hijos.
La charla que sucedió el martes 17 de mayo en “Status”, organizada por la Secretaría de Turismo, será recordada como el abrazo simbólico, antes del adiós definitivo, a este lugar que – por muchas razones- ya empezamos a extrañar.
Es necesario agradecer a los pioneros que en cada encuentro nos regalan sus historias y lo más valioso que tiene un ser humano, tiempo. Es necesario agradecer a Raúl Coronel, quien desinteresadamente lleva el hilo conductor como moderador del ciclo.
Entre todos escribimos nuestra historia y “Charlas con Pioneros”, organizadas por la Secretaría de Turismo, ya contó capítulos fundamentales. Los esperamos el próximo mes en Valeria del Mar para escribir nuevas páginas.
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