Al visitar la casa de Lucas Rise los ojos se ensanchan, los sentidos se agudizan, las formas absorben al espectador y se salen de sus propias estructuras. La combinación método- orden -equilibrio está implícita en la obra del artista galardonado y reconocido internacionalmente.
Somellera 79 entre Garay y San Luis, Valeria del mar. Allí funciona “El Ojo y el Diamante”, Centro cultural que concentra su mayor actividad en temporada alta. Nos atendió la mamá de Lucas, la queridísima Norma Pedrotti, quien nos hizo pasar a la sala central, se sentó al piano, interpretó “Extraños” , la aplaudimos y comenzamos el recorrido.
Paredes, cuadros, armarios, casi todo en el lugar fue intervenido .Los distintos soportes llevan la impronta Rise. La apertura mental, el contacto con otras culturas, los consejos de sabios y maestros se vuelven huellas identificables en cada una sus piezas artísticas.
A medida que avanzamos lo tridimensional juega en las pupilas. Digo “juega” porque quienes visiten la casa se van a sentir inmersos en un “mundo alucinante” que a cada paso ofrece una nueva perspectiva, un festín de colores donde todo es singular, hasta las distancias que allí parecen medirse en “Risentimetros”. Las formas también disfrutan de lo lúdico. Entre ellas, y con la resignificación de cada nuevo huésped.
La primera incursión de Lucas con la pintura se produjo en la adolescencia, cuando realizaba letreros callejeros. Al llegar el tiempo de la universidad eligió estudiar Diseño Gráfico en la UBA. Luego los viajes lo llevaron a recorrer Sudamérica, África, Europa y Estados Unidos. En algunos lugares vivió, en otros trabajó, en casi todos vendió obras y recopiló souvenirs exóticos, algunos de ellos exhibidos en “El Ojo y el Diamante”. Todo este recorrido viajero está muy presente en su obra.
El arte interactivo le posibilitó convertir lo simple en único. Los armarios figuran entre sus objetos preferidos para trabajar la verticalidad y lograr efectos tridimensionales. Bancos, rejas, espejos, mesas también forman parte de la lista de soportes elegidos para crear.
Sus diseños originales sientan bien en cualquier forma o textura. Llegamos a esa conclusión luego de tener frente a nuestros ojos las telas que imprime con sus creaciones. Si tuviéramos que definirlas con un solo adjetivo el primero que dicta la mente es calificativo y se llama “belleza”.
Norma y Mario, (los padres del talentoso joven) nos abrieron las puertas de su casa, que es- según nos contaron- el hogar de todos los que celebran el arte. Lucas no estaba en la ciudad. El trabajo siempre le tiene preparadas las valijas para un nuevo viaje, una nueva intervención. Los progenitores nos revelan un secreto. Ese lugar al que siempre necesita volver se apoda “la linda” y está a muy pocos minutos de Pinamar. Con la certeza que nos llevábamos muchísimo más de lo que esperábamos conocer, nos despedimos.
De Valeria de al mundo, un gran Embajador, un gran artista. No dejes de visitar la casa de Lucas Rise. Recomendación: lleva celular. Te prometemos que sólo lo vas a usar para registrar todas las maravillas que habitan en ese mágico y encantador lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario