miércoles, 2 de noviembre de 2016

Deporte / Camarones

Camarones una institución que no para de crecer
El muy buen presente que vive el Camarones Rugby Club, es sin dudas reflejo del gran trabajo que se está realizando en todos los niveles: desde lo dirigencial, jugadores y cuerpos técnicos, de todas las categorías; sumado al acompañamiento familiar que se vive en cada actividad que desarrollan.
Una simple muestra de ello es que el plantel de primera división, estuvo muy cerca de clasificarse a la final de la Copa Imágenes de Mar del Plata, mientras los planteles de infantiles realizaron una gira por Córdoba con 80 chicos. Sumado a unas instalaciones que son modelo en este deporte a nivel regional.
Para llegar a este presente, el club pasó por muchos vaivenes, pero hubo gente que nunca bajó los brazos y el amor al rugby pudo más.
Uno de los pilares fundamentales de este buen presente, es el capitán del equipo mayor, Julián Ortíz, quien vivió el camino del cambio.
Julián hace 8 años que está en el club, cuenta que en esa época se juntaban a entrenar y eran 5 ó 6, con muy poco apoyo de los dirigentes. Recuerda a Nahuel Vicente como uno de los que comenzó a soñar en algo más lindo y a Eduardo Nozzi, “que nos insistió que teníamos que entrenar más para poder competir”. “Él fue el primero que creyó en nosotros y empezamos a tener un plantel de 25-30 jugadores. Al principio con muchos tropiezos, varias derrotas, pero Nozzi nos inculcó a hacer pretemporadas, a viajar, a realizar giras, se armó un proyecto de trabajo. Que hoy se continúa con los actuales entrenadores Juan Manuel Pisano, Daniel Betorello y Pablo Albertaro, ayudados por Oscar Acuña”, resalta Ortiz.
Hoy el plantel superior de Camarones entrena dos veces a la semana en el club, con el Profesor Martín Aguirre, y el resto de los días hacen entrenamientos específicos del juego. Sumado a que cada jugador va por su cuenta al gimnasio, muchos hacen crossfit y otros funcional.
Julián recuerda que el año pasado, participaron de un torneo similar a la Copa Imágenes y que llegaron a perder por 110 puntos. Era durísimo resalta.
Pero este año los frutos de la dedicación y el esfuerzo comenzaron a notarse, en el primer torneo del año, que fue una reubicación pudieron ganarlo. “Pero habíamos arrancado a entrenar el 8 de enero, para nosotros no fue una sorpresa”, dice.
Y agrega, “en este último torneo, tuvimos la posibilidad de enfrentarnos a equipos mucho más competitivos, con más trayectoria competitiva, y sin embargo estuvimos muy cerca de acceder a la final”.
Un párrafo aparte en este presente positivo de Camarones es Nahuel Tetaz Chaparro, quien hizo sus primeros pasos en el rugby en Camarones, este año fue parte del plantel de los Jaguares e integrante de los Pumas. Cada vez que vuelve a su ciudad natal, General Madariaga, se da una vuelta por el club. 
Ortiz resalta que “Nahuel es un gran referente no sólo para el plantel superior, sino también para los nenes de las categorías menores”. “Cada vez que puede nos ayuda con las formaciones fijas, se entrena con nosotros, juega con los más chicos. Para todos es algo muy importante. Que un jugador del nivel de Tetaz, haya surgido del club, y cuando esta en el país nos visite, sin dudas es un empuje importantísimo para todos”. 
Javier Tumas, presidente del club, también resalta la humildad que tiene Tetaz y lo buena persona que es. Un anécdota así lo refleja “En el cierre del año pasado, Nahuel estuvo sentado en el piso mirando videos con jugadas de los chicos, como si fuera uno más. Los nenes no podían creer, tener un Puma al lado de ellos”, cuenta Tumas.
Los cambios que ha vivido la institución son muy importantes, Julián recuerda que hace 6 años, no podían entrenar en la sede del club, no había vestuarios, no había luces. Hoy la comisión, encabezada por Javier Tumas, cuenta con grandes colaboradores. Todos ayudan, desde dar una mano con las infantiles, hasta cortar el pasto. 
La sede del club es un ejemplo, cuenta con instalaciones muy buenas, vestuarios con 22 duchas de agua caliente, baños de mujeres, de hombres, buffet, parrilla, una cancha principal iluminada, canchas auxiliares, y 100 chicos en las divisiones infantiles. 
Una muestra de lo bien que está la sede, es que el predio ha sido solicitado para ser base del seleccionado de Mar del Plata. Y Regatas de Bella Vista, viene en el verano a hacer pretemporada. 
Otro de los pilares de este presente, es el gran trabajo que se realiza en las categorías menores, con 100 chicos desde los 5 a los 16 años. Siendo referente del rugby infantil en toda la costa, para la Unión de Rugby de Mar del Plata.
Julián Ortiz resume este presente con una frase “se armó una gran familia”. Y recuerda, hace unos años empezamos a laburar por nuestros hijos, que querían hacer este deporte, gente con muchas ganas, que ahora es incondicional al club. Y esa es la base de este crecimiento.
Por su parte Javier Tumas, cuenta con orgullo la gira que realizaron los chicos de las divisiones infantiles en Carlos Paz (Córdoba), donde tuvieron la posibilidad de jugar ante clubes de esa provincia y también de Buenos Aires. “El objetivo planteado es realizar una gira todos los años, para que los chicos que juegan en el club puedan conocer la mayor cantidad de lugares, jugando al rugby”, resalta Tumas. 
El presidente se muestra satisfecho por la gira “más allá de lo deportivo, donde se cosecharon triunfos en todas las categorías, los chicos viven experiencias muy positivas que los ayudan a madurar como personas”. 
El Camarones Rugby Club, sin dudas vive un de los años más importante de su historia a nivel deportivo e institucional, Tumas resalta que es el fruto del trabajo que se hace a través de un importante grupo de personas que trabaja en la institución. “Las decisiones no las toma una sola persona, las tomamos en conjunto, y siempre acompañados por la familia de los jugadores”.
En este cierre de 2016, si bien se terminó la parte competitiva, el club seguirá en actividad con eventos internos, de los que participan desde los más pequeños hasta el equipo de veteranos y el femenino.
El crecimiento de Camarones sin dudas es un ejemplo a seguir, una institución que ha logrado ser modelo en la región, fruto de un trabajo serio, basado en el apoyo de las familias; un equipo mayor que ha logrado competir de igual a igual con sus pares de la región y lo más importante, sus sólidas bases en infantiles y equipos de menores, lo que augura un futuro promisorio.

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