Manuel Acosta lleva más de cuarenta años vinculado al folclore. Se considera apasionado de la danza, pero también de nuestra música nacional. Si tuviese que describir la imagen que más lo emociona en esta fecha nos contó “sin dudas es ver a un changuito (como se denomina a los niños) en un escenario, bailando y poniendo en práctica lo que humildemente le enseño. No hay satisfacción más grande”, asegura.
La memoria lo llevó a los tiempos en que era pequeño. En su Tucumán natal, en “Los Pizarros” Departamento de La Cocha dio sus primeros pasos “antes las maestras de grado sabían nuestras danzas nativas y eran ellas mimas las que nos enseñaban las coreografías. Luego observé bailar a mi hermano en el escenario de la Biblioteca Popular de mi pueblo y supe que quería dedicarme a eso por siempre”.
La pasión que sintió en ese momento la trasladó a su rol de docente. “Soy muy apasionado de lo nuestro” afirmó Manuel. Es algo que manifiesta constantemente en su pensamiento, vestimenta, en el amor con el que transmite conocimientos, en la investigación constante.
En 1989 comenzó a dar clases en Pinamar, con el correr de los años formó el “Centro Cultural Orígenes” que dirige hasta el día de hoy. Estudió en la “Escuela Tradición”. Allí aprendió la riqueza de ritmos que tiene nuestro país “vos sabes que Tucumán es del Huayno, La Rioja de la Chaya, la mesopotamia del chamamé, la región de cuyo de la tonada. Por otra parte la marinera se hace cueca chilena para convertirse en zamba argentina, es un placer estudiar nuestro mapa musical. Te cuento algo, a Sarmiento le encantaba bailar la Zamba, así lo documentó Carlos Vega”.
Manuel lleva la argentinidad en el alma, hasta se dio el lujo en entrenar con un grande como el “Chúcaro”, pero lo que realmente lo emociona es cuando un niño da sus primeros pasos en el escenario. El próximo 26 y 27 de agosto realizará una nueva edición de fiesta que celebra este día. Antes de despedirse nos recordó que nos espera en Club Pinamar en esas fechas para festejar el Día Internacional del Folclore, y con convicción afirmó “folclore significa el saber de lo nuestro”.
La memoria lo llevó a los tiempos en que era pequeño. En su Tucumán natal, en “Los Pizarros” Departamento de La Cocha dio sus primeros pasos “antes las maestras de grado sabían nuestras danzas nativas y eran ellas mimas las que nos enseñaban las coreografías. Luego observé bailar a mi hermano en el escenario de la Biblioteca Popular de mi pueblo y supe que quería dedicarme a eso por siempre”.
La pasión que sintió en ese momento la trasladó a su rol de docente. “Soy muy apasionado de lo nuestro” afirmó Manuel. Es algo que manifiesta constantemente en su pensamiento, vestimenta, en el amor con el que transmite conocimientos, en la investigación constante.
En 1989 comenzó a dar clases en Pinamar, con el correr de los años formó el “Centro Cultural Orígenes” que dirige hasta el día de hoy. Estudió en la “Escuela Tradición”. Allí aprendió la riqueza de ritmos que tiene nuestro país “vos sabes que Tucumán es del Huayno, La Rioja de la Chaya, la mesopotamia del chamamé, la región de cuyo de la tonada. Por otra parte la marinera se hace cueca chilena para convertirse en zamba argentina, es un placer estudiar nuestro mapa musical. Te cuento algo, a Sarmiento le encantaba bailar la Zamba, así lo documentó Carlos Vega”.
Manuel lleva la argentinidad en el alma, hasta se dio el lujo en entrenar con un grande como el “Chúcaro”, pero lo que realmente lo emociona es cuando un niño da sus primeros pasos en el escenario. El próximo 26 y 27 de agosto realizará una nueva edición de fiesta que celebra este día. Antes de despedirse nos recordó que nos espera en Club Pinamar en esas fechas para festejar el Día Internacional del Folclore, y con convicción afirmó “folclore significa el saber de lo nuestro”.
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